¿Te aburriste que no posteas más? A vos te hablo, Prats. ¿Te quedaste afónico de gritar los goles de River? Pero si no te interesa el fútbol, Prats. ¿O sí? No escribís porque preferís quedarte acostado en la plaza, mirando las nubes, el cielo, te quedás colgado en la Bond mirando cómo se tatúan y no hacés nada, nada, como el Gordo Soriano. Eso pasa. Ya no vas a ver nada, ninguna obra. ¿O sí? La tempestad estuvo buena, ¿no? La de Wainrot, la que tiene escenografía de Carlos Gallardo. Está buena, ¿no, Prats? Te vi, Prats, estabas ahí, en esas butacas del San Martín, sin aire acondicionado, entre personas (¿eran personas?), bailarines, butacas, lindas butacas, cómodas, lindas butacas, Prats, y sí, estabas ahí y te ibas corriendo a comer con tus amigos a El Desnivel, Prats, y yo te vi, estabas ahí, solo en la mesa de seis, porque todos tus amigos fuman y vos no, y ahora que no se puede fumar, Prats, te quedás solo, porque el tabaco, para vos, es una mierda, Prats, mierda, mierda, mierda, dice Symns y te divierte cuando habla, después de irse al baño a darse con un poco de merca, Prats, y entre tanto, mientras tus amigos, Prats, fuman en la calle, vos, solo, jugás con una pelotita confeccionada con la miga del pan viejo que sirven en el Desnivel, Prats. ¿Escuchaste el disco de Coiffeur? ¿Cúándo sale? Está bueno, ¿no? ¿Suponés? ¿Por qué suponés, acaso no lo escuchaste, vos que siempre escuchás los discos antes que nadie, porque la gente (qué palabra, Prats) te los muestra para que les des tu opinión, Prats? Me cansaste, pero también te vi en el recital de Bicicletas, ¿te acordás? Psicodelia, Prats, psicodelia, y ahí estabas saludando gente, entrando al baño del humo, delirando, Prats, en el baño del humo. Pero esos son sueños, Prats, te dije que dejaras de soñar, la vida real te despeina, Prats. ¿O no?
Morrison