31 octubre 2008

Pasillos

En un libro de Alvaro Bisama que una joven poeta acaba de regalarme el autor recuerda cuando le preguntaron a Anderson qué sentido tenía la lluvia de ranas al final de su película Magnolia. Anderson respondió que sencillamente era una idea fortiana: la anotación de un suceso inverosímil que irrumpía en un mundo verosímil con la fuerza de una epifanía cuyo sentido era tan luminoso como la tinta invisible. Las ranas podían ser una plaga pero también un milagro, una curva en las leyes de la narración, la fuerza centrípeda que desordena todo el relato y le ofrece algo de delirio. Leo el fragmento y esa idea en el subte D, mientras la vieja a mi lado sacude el codo frente a mis ojos. En el pasillo que conecta la línea D con la C, un hombre con la voz ronca canta a capella “El amor es más fuerte” de Ulises Butrón y sostiene con su mano una gorra sin billetes. “Pueden robarte el corazón/ cagarte a tiros en Morón”. Si te cagan a tiros en Morón, pienso, estás muerto. No hay vuelta. Me gustaría gritarle eso, pero me alejo empujado por esa respuesta a una canción pelotuda.

22 octubre 2008

Gorro de lana con lista de temas

Esta es la lista de temas que tocó Cocorosie el jueves pasado, en el evento que organizó Martini en sus Red Passion City, en el Teatro Margarita Xirgu. ¿La ves? Es una de las hermanas Cassady. Gorro de lana con lista de temas, maquinita de sonidos, loops que por momentos sumaban pero casi siempre estaban de más. Llegué a las nueve y recién habían abierto las puertas. Acababa de empezar el cóctel pero como no voy ni por la comida ni por la bebida sino por la música, me fui a un bar de San Telmo, a cenar. Leía un libro sobre la Generación Global que editó recientemente Paidós. Un libro de bolsillo. Los que me gusta llevar cuando salgo de noche y no quiero llevar bolso. El edificio del Xirgu estaba teñido de rojo, el plantel de Club 69, ataviados de cabaret, te recibían con plumas coloradas y una imitación de Pachano, bigotito a lo John Waters, bastón a lo Sarmiento, saludaba con una reverencia y te invitaba a pasar. Los mismos de siempre con los bocaditos de paté en una mano, brochette de carne en la otra, en la misma que sostiene un vaso largo de Martini con agua tónica. Por ahí anda Cerati. Deborah del Corral. Un actor que bailaba en la tribuna de Repetto. ¿O actuaba en el programa? No me acuerdo. Creo que era el coreógrafo o algo así. Estaba él y no importa. Estaba Esmeralda Mitre (creo), Roxana Harris (seguro) y varias modelos que conozco bien aunque nunca supe sus nombres (será porque no importan demasiado). Empecé a dar vueltas. Me ofrecían bandejas y no aceptaba. Me gusta el punto en que los/as mozos/as saben que no les aceptarás nada y hay un guiño de complicidad. Ni siquiera te preguntan y te saca un peso, ya no hay que hablar, no hay que agradecer, pasan al lado tuyo y no interfieren ni en la mirada ni en el paso. Son fantasmas. Viene una bandeja de gaseosa y no acepto. Tomo un vaso de Martini con agua tónica para probarlo. No me interesa. Me encuentro con Lloyds, me lo encuentro siempre: sea en Los Mudos, en el Pachamama o en alguna inauguración de Malba. Es el rubio que se agarra los afiches de Félix González Torres y se los regala a la chica con la que está saliendo. Pasamos el tiempo. Una serie de performances de la troupe Club 69 baila temas de Madonna o Donna Summer. Hasta que llegan las Cocorosie. Como suele ocurrir, los eventeros, las modelos, Cerati, los insoportables con el palito de brochete en la mano derecha, vacío, no dejan de hablar. Ni siquiera cuando Carlos, un amigo de las hermanas Cassady (según se dice uno de los Doma, pero no recuerdo que haya un Carlos en el grupo) salta y baila y filma con una cámara. Una máscara le cubre el rostro. Después quiere hacer el mosh. Quiere saltar hacia el público y sentirse en una ola de manos que le haga un recorrido por todo el lugar. Solidaridad rockera, se dice. Carlos no tiene en cuenta que los asistentes a este evento vinieron a comer, beber, hacer sociales y no dejar de hablar. No quieren escuchar nada sólo boludeces. Por eso Carlos pega un salto hacia el público, las manos extendidas, y cae derecho al piso. Se escucha el golpe seco, la máscara contra el suelo. Los ojos de los asistentes se cierran y sienten lástima.

21 octubre 2008

Dobles

Anoché cené tarde en la cantina de Aldo. Me senté afuera con un libro de Dino Buzzati y en frente se armaron una mesa los dobles de Alejandro Tantanián, Liliana Heker, Juan Sasturain y el cuarto era una copia defectuosa de Alejandro Kuropatwa. Me lo imaginé sacando la lengua y mostrando una de las pastillas rosas contra el sida. En realidad sacaba la lengua y servía con desprecio la cerveza. No sabía nada porque prefirío la Isenbeck ("es mejor", dijo con cara de yo-de-esto-sé) antes que la Warsteiner. No tengo ganas de chequear el nombre de la cerveza así que va así como me viene a la cabeza. Los dobles eran arquitectos. Y hablaron mal de gente de la arquitectura. Hablaron mal de un Julio, profesor en la carrera, porque era tartamudo, y Tantanián dijo que una clase de él era un parto, lo que tenía que durar una hora y media duraba dos horas y media. "Un parto", dijo antes de convencer a Heker y a Kuropatwa que lo acompañen con una parrillada. Ahí me saqué porque no estoy de acuerdo de pedir parrilladas en las parrillas. Te meten las sobras. Kuropatwa pidió una morcilla más en la parrillada (chistes malos, afuera) y Sasturain, flamante director de una carrera o un máster o algo así, pidió una suprema de pollo. Sasturain también tenía cara de abuelo de Heidi, pero más gordo. Y hablaba bajo. Tenía más autoridad que Kuropatwa y que Tantanián. Heker era una boluda que se quería coger a alguno, seguro, porque no paraba de reírse. Los arquitectos también hablaron mal de los alumnos. Sol Lobato, hablaron mal de vos. Dijeron que no podés hacer una línea recta. Sasturain se quejaba de que no saben hacer viviendas. "¿Cómo puede ser que sepan construir museos, shoppings, edificios de oficinas y cuando se les pide hacer una vivienda hacen laberintos? ¿Por qué, para pasar del living a las habitaciones se tiene que salir al patio?" Sasturain estaba indignado.