30 enero 2008

Paréntesis

Anoche recordaba Guitarra negra, de Alfredo Zitarrosa. Dice:

Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas
Y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... La noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol. Y se echará en el piso como un perro. Y aguardará hasta la madrugada.
Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre.

27 enero 2008

Prats escucha

Cuando hablo de sentarme en el balcón, leer a Murakami y escuchar un disco de Sigur Rós, me refiero a esto.



y este es el trailer del documental Heima, sobre la banda, que por estos días pudo verse en Londres y Nueva York


26 enero 2008

crónica del fan (continuación)

La silla en el balcón, la música al tope. No hay demasiado viento no hace frío y el calor no mortifica. La temperatura ideal para tirarse entre Yuya Mao, el libro entre las manos, la certeza de una buena tarde.
El espejo
Vigilante nocturno. Ruidos. Viento. Tormenta. Cree que son fantasmas y la narración se acerca al cine oriental. Una imagen, un sobresalto. Es el espejo, es su imagen pero extraña. Es el sonido de los vidrios al caer.
El folclore de nuestra generación: prehistoria del estadio avanzado del capitalismo
Dos chicos, novios, que son almas gemelas, que se adoran durante los años del colegio. Pero no cogen. Él quiere pero ella no. Ella le dice que podrán hacer el amor una vez que se separen, una vez que ella se haya casado con otra persona y lo llame a él una noche, cualquier noche, para que al fin puedan hacerlo. Notable.

24 enero 2008

Crónica del fan que da cuerda al mundo

Con las casi cuatrocientas páginas del libro (hojas anilladas, faz simple) de cuentos de Haruki Murakami transito Constitución, fantasma entre personas que no tienen rostro. Subo al tren, me siento y bajo. Camino hasta el primer café que encuentro. Pido café doble y medialunas: tengo que merendar, tengo que leer. Y leo. Alguna vez lo dije. Entonces me incorporo, camino hasta la galería, subo las escaleras y abro la puerta de Abraxas. Saludo a Fernando Pau y al pibe de Satan Dealers. Pregunto por el disco de Sigur Rós, el disco doble que tiene temas acústicos, porque creo que es el último. Me dicen el precio y pago. Subo por el ascensor y leo. Abro la puerta y dejo el bolso, dejo la billetera y me quito la remera, abro la puerta del balcón y saco el sillón con la publicidad de osde que me regaló mi hermano. Ubico la silla, me quito las zapatillas y las medias y busco las ojotas. Pongo ambos discos de la banda islandesa, la del cantante con ojos blancos. El disco se llama Heim (septiembre de 2007) y con él, la banda rompe años de silencio desde Takk. Me siento, abro el libro o ese mastodonte maravilloso que tengo entre las manos y leo.

Sauce ciego, mujer dormida

Dos primos, uno sordo. Sordo, ¿entendés? Me imagino a mí y a Federico y pienso en ese cuento que escribí y debo reescribir o dejarlo en el cajón. El primo del protagonista no escucha de uno de sus oídos. Terciopelo Azul. Arboles (sauces) y moscas carnívoras y mujer dormida. Es el viaje al hospital y es el recuerdo. Es la espera y el recuerdo. Es el amigo y la novia del amigo y los sueños de la novia del amigo. Son chocolates derretidos.

La chica del cumpleaños
Ella cumple veinte y trabaja en un restaurant. Carver: situaciones cotidianas y un hecho ¿fantástico? Cuando lo ordinario tiene la sensación de ser fantástico, de ser irreal, pero el relato se contiene, no dice, no termina y sigue. La chica cumple veinte y el viejo la recibe en esa habitación y la hace pasar. ¿Quién es? ¿Qué pidió?

Sobre el Prats escucha

Dice que se toma recreos del trabajo cuando posteo un tema. Dice que la mayoría de los temas le gustan y después navega por el menú del you tube para conocer más temas de la misma banda. Dice que el tema de The Killers ya no puede escucharse y le digo que sí, no sé si los videos de you tube tienen fecha de vencimiento o acaso los usuarios dejan de ser usuarios del sitio y el sitio nos priva de escuchar el tema a todos los que escuchan o escuchamos el tema en la sección más exitosa de este block. Porque dicen que es exitosa. Block 'n roll.

Digo: Prats escucha




21 enero 2008

Cuando me muera quiero que me toquen cumbia

Recuerdo una noche de año nuevo de hace dos años. Estaba abrazado a mi vieja, en el patio de la casa de mi tío. Y escuchaba este tema. Cada vez que lo vuelvo a escuchar recuerdo esa noche y mi sensación de no saber qué hacer. Era cierto aquello que decía Sr. Flavio: cumbia triste.




18 enero 2008

El beso de la mujer araña

Cinco. Al menos fueron cinco veces. Anoche dormía en mi habitación, la puerta del balcón abierta, el ventilador encendido, las sábanas blancas a cuadritos azules bien estiradas. La primera vez me desperté sobresaltado (Kafka dixit) y observé la almohada: la pata de una araña intentaba salir de entre las plumas de ganso (exacto: soy un anarcoglam, como dice Werner, o un anarquista de elite como Rafael Barrett). Veía la pata de la araña moverse y me daba asco. No había fumado nada. Ni tomado ninguna pastilla. Veía la pata y encendía la luz y volvía a tocar la almohada pero no podía encontrar nada. Cambié la almohada, seguí durmiendo con la otra que tengo y de vuelta me desperté. Me dolía el pecho. Eran las dos de la mañana y sentí un movimiento entre las sábanas, un tallo negro y peludo que me saludaba. Me dije que la araña no podía seguir ahí. Me levanté a tomar agua y volví, me aventuré otra vez al sueño pero al rato de vuelta. Fueron cinco veces. Desperté todo el tiempo por la maldita araña que no existía. O existía sólo en el sueño lisérgico de un tío sonámbulo.

17 enero 2008

Esas cosas que pasan cuando uno está vivo

Recorro con la mirada las revistas del quiosco en la estación de subte de Tribunales. No hay gran cosa, pero la veo. No se la consigue en demasiados lugares (o yo no la pude ver más que en Internet). El número uno (octubre de 2007) de la edición española de la revista Esquire. Recuerdo la tapa de noviembre del 68: William Burroughs, Terry Southern (el de "A la rica marihuana"), Genet, Sack. O la de febrero de 2001 (gran tapa con la maravillosa Monica Bellucci). En la edición que adquiero, Woody Allen en tapa. No está mal. Veo el precio: dos euros, según dicen la tapa; quince pesos argentinos, señala el quiosquero. No entiendo el cambio. Es cierto: euro - peso argentino, la relación está 4 -1. Es decir que 2 - 15. No dan las cuentas. Ok: viaje en barco (o avión, quién sabe), impuestos, ¿qué más? Siguen sin dar las cuentas pero igual la compro. Entre los dos ejemplares que tiene el hombre busco el menos arruinado. La hojeo. Llega el tren. Viajo en subte hasta Constitución. Leo. Y no lo puedo creer. Demasiada casualidad o será el destino. Una de las notas es sobre Haruki Murakami.

15 enero 2008

Fantástica fiesta

Acabo de llegar a casa. Levanto las persianas, abro la puerta y miro: la silla y la mesa de mi balcón están dadas vuelta, tiradas en un costado, mojadas, enfiestadas con mis plantas, Yuya y Mao. Cierro la puerta y me alejo en silencio. No les diré nada, pienso. En el living, pido por teléfono unos ravioles de verdura al fileto sin queso. No les diré nada de lo que pasó, pienso. Ni hoy, ni mañana, ni nunca.

10 enero 2008

Colegiales

Me gustó Colegiales. Recién caminaba por ahí (por las calles Delgado y Virrey Loreto) y en verdad es un buen barrio. Estuve en un híbrido entre bar-librería-videoteca que no es ni un bar ni una librería ni una videoteca o es eso pero todo junto. No importa. Resulta que al espacio lo recomiendo. Se llama Canasta. Queda en Delgado 1235. Alquilan libros, alquilan películas, venden pan casero recién horneado en La Prometida, que queda en la esquina. En la apertura (en noviembre pasado) expuso Nahuel Vecino. Para que te des una idea. El lugar es mínimo, pero allí están Guillermina, Julián, Ana, todos artistas plásticos, todos buena gente. Quieren integrarse con el barrio. Me contaban que siempre pasa a comprar pan una señora con sus perros. La señora se llama Susy. Julián dice que la señora siempre le cuenta de sus amantes, de sus aventuras de cuando era joven, pero Guillermina dice que ella no habla de los amantes, que nunca habló de los amantes con nadie y dice que Julián se equivocó. Julián dice que no puede ser pero Guillermina dice que es así, que la señora habla de sus cosas pero no de esas, del barrio, pasea a los perros, hace vereda y, de paso, compra el pan que venden los chicos. Hace poco, la gente de Canasta implementó el concepto de Vereda. Hay que volver a la vereda. Y estoy de acuerdo. Les escribo desde mi balcón, viendo el atardecer de un día sin calor y una tarde sin lluvia.

09 enero 2008

Los suicidas de la Esmeralda

A este nuevo territorio no le interesa estar obsesionado con la actualidad sino hacer lo que tenga ganas de hacer. ¿O así fue siempre? No importa. Hace un momento estaba sentado, tratando de ordenar la cabeza, y me dieron ganas de volver a leer la última entrevista que dio Roberto Bolaño, y que fue publicada en julio de 2003, en Página 12. A ver.

¿Le dio algún valor en su vida el haber nacido disléxico? –Ninguno. Problemas cuando jugaba al fútbol, soy zurdo. Problemas cuando me masturbaba, soy zurdo. Problemas cuando escribía, soy diestro. Como puedes ver, ningún problema importante.
¿No cree que si se hubiera emborrachado con Isabel Allende y Ángeles Mastretta otro sería su parecer acerca de sus libros?
–No lo creo.
Primero, porque esas señoras evitan beber con alguien como yo. Segundo, porque
yo ya no bebo. Tercero, porque ni en mis peores borracheras he perdido cierta
lucidez mínima, un sentido de la prosodia y del ritmo, un cierto rechazo ante el
plagio, la mediocridad o el silencio.
¿Cuál es la diferencia entre una escribidora y una escritora?
–Una escritora es Silvina Ocampo. Una escribidora es Marcela Serrano. Los años luz que median entre una y otra.
¿Quién le hizo creer que es mejor poeta que narrador?
–La gradación del rubor que siento cuando, por pura casualidad, abro un libro mío de poesía o uno de prosa. Me ruboriza menos el de poesía.
¿Usted es chileno, español o mexicano?
–Soy latinoamericano.
¿Qué es la patria para usted?
–Lamento darte una respuesta más bien cursi. Mi única patria son mis dos hijos, Lautaro y Alexandra. Y tal vez, pero en segundo plano, algunos instantes, algunas calles, algunos rostros o escenas o libros que están dentro de mí y que algún día olvidaré, que es lo mejor que uno puede hacer con la patria.
¿Qué es la literatura chilena?
–Probablemente las pesadillas del poeta más resentido y gris y acaso el más cobarde de los poetas chilenos: Carlos Pezoa Véliz, muerto a principios del siglo XX, y autor de sólo dos poemas memorables, pero, eso sí, verdaderamente memorables, y que nos sigue soñando y sufriendo. Es posible que Pezoa Véliz aún no haya muerto y esté agonizando y que su último minuto sea un minuto bastante largo, ¿no?, y todos estemos dentro de él. O al menos que todos los chilenos estemos dentro de él.
¿Por qué le gusta llevar siempre la contraria?
–Yo nunca llevo la contraria.
¿Usted tiene más amigos que enemigos?
–Tengo suficientes amigos y enemigos, todos gratuitos.

La entrevista sigue así.

¿Qué sentimientos le despierta la palabra póstumo?
–Suena a nombre de gladiador romano. Un gladiador invicto. O al menos eso quiere creer el pobre Póstumo para darse valor.
¿Qué opina de quienes opinan que usted ganará el Premio Nobel?
–Estoy seguro, querida Maristain, de que no lo ganaré, como también estoy seguro de que algún atorrante de mi generación sí que lo ganará y ni siquiera me mencionará de pasada en su discurso de Estocolmo.
¿Cuándo ha sido más feliz?
–Yo he sido feliz casi todos los días de mi vida, al menos durante un ratito, incluso en las circunstancias más adversas.
¿Qué le hubiera gustado ser si no hubiera sido escritor?
–Me hubiera gustado ser detective de homicidios, mucho más que ser escritor. De eso estoy absolutamente seguro. Un tira de homicidios, alguien que puede volver solo, de noche, a la escena del crimen, y no asustarse de los fantasmas. Tal vez entonces sí que me hubiera vuelto loco, pero eso, siendo policía, se soluciona con un tiro en la boca.
¿Confiesa que ha vivido?
–Bueno, sigo vivo, sigo leyendo, sigo escribiendo y viendo películas, y como les dijo Arturo Prat a los suicidas de la Esmeralda, mientras yo viva, esta bandera no se arriará.

Me quedo con esa frase: "mientras yo viva, esta bandera no se arriará". Ocurre que el nombre completo de Arturo Prat era Agustín Arturo Prat Chacón, máximo héroe naval chileno. Nombre de héroe, ¿entendés?

08 enero 2008

Casetes

En la casa de mis padres hicieron limpieza y todos mis casetes grabados, de otras épocas, aparecieron en un rincón, en una bolsa de supermercado, llenos de polvo y lentos internacionales, llenos de viejos programas de radio minuciosamente grabados, con sus tandas, sus temas, y el sucio sonido del amateur. Me senté en el piso, abrí la bolsa y me olvidé del tiempo y de la mugre que pasó y que todavía se mantiene, en esas cintas que nadie más escucharía salvo uno, el responsable de atravesar horas en silencio, frente a un grabador viejo y analógico, apretando el rec y la pausa, dos palabras que unen dos idiomas: record y pausa, inglés y castellano, pero es rec, no hay duda, nadie diría grab, de grabar, ni nada que se le parezca. Y entonces, digo, me senté, lunes a la medianoche, en un living solitario y oscuro, y volví a meter, uno a uno, los casetes viejos; volví a escuchar los temas que bailaba con movimientos leves, en una fiesta juvenil, en casa de algún amigo que ya no es, ni amigo ni conocido porque no lo veo pero recuerdo el cuello de su prima, el pelo de esa prima que me quitaba las ganas de dormir y su perfume no sé a qué. Fueron los casetes los que hicieron que ese perfume invadiera el oscuro living de mis padres, que yo volviera a levantarme y la invitara a bailar. Me hubiera gustado decirle al oído que ella me gustaba, que podríamos ir al shopping el sábado, vernos un rato, vos con tus amigas y yo con mis amigos, no sé, quizás podríamos ir a tomar un helado, pero esa noche, en aquella fiesta, no lo había dicho y me había quedado, al terminar el tema, solo con la imagen de ese cuello, de ese pelo largo, de ese perfume incierto. Me quedé con el recuerdo y nada más.

07 enero 2008

La máquina del tiempo

Las vivencias de William Henry Bonser Lamin, un soldado británico que sirvió durante la Primera Guerra Mundial, han enganchado a miles de internautas que siguen su correspondencia a través de un blog creado por su nieto. Al igual que la familia de Harry hace exactamente 90 años, los lectores no saben cuando llegará la próxima carta, ni siquiera si la que acaban de leer es la última, ya que las misivas se reproducen en tiempo real, por lo que no se conoce el destino final del protagonista. Sigue.

04 enero 2008

Portuñol

Traducido al portugués.
(¿El cambio? en breve, una vez que regresen de vacaciones todos los que se fueron y le dejaron su trabajo a él, el multifunción, el shiva de ocho brazos y tres cabezas, semidios workholic, dionisos del procesador de texto).

02 enero 2008

Ayer soñé

Segundo día del año y creo que este espacio tiene que tener algún tipo de renovación. Pensé, tuve sugerencias de Morrison, de mi almohada. Ayer soñé un nuevo blog. En esta misma dirección pero con más secciones, con más ideas, pero no ideas que sean fuegos artificiales sino de fondo. Acabo de anotarme en Facebook (hice la revisación médica y todo) y me parece que seguiré aquí, en este territorio. Pero cambiará.

esto pasó