03 marzo 2012

Dijo

Guy Debord decía que era un momento hermoso aquel en el que se pone en marcha un asalto contra el orden del mundo. Decía también que desde el principio, desde ese casi imperceptible comienzo se sabe que muy pronto, y pase lo que pase, nada será igual a lo que fue. Ni siquiera el agua. Ni siquiera todo lo que puede verse en medio del mar. Dijo -alguien pudo escucharlo- que ese es el momento que puede ser trastornado y que eso fue lo que hicieron cuando salieron de noche y avanzaron hacia el fuego del tiempo.
Aquí no hay fuego ni tiempo. Hay agua.