31 agosto 2007

Sueño

El sueño es así:
Estoy sentado en una de las mesas del bar Cinema (que es y siempre será y nunca podrá dejar de ser una desgracia), de Santa Fe y Callao. En el lugar hay demasiada gente. Estoy al fondo, en una mesa junto a la ventana con gente que conozco, o creo conocer, pero con la que no puedo hablar porque no me acuerdo sus nombres. No es ni viernes ni sábado. Parece un día miércoles y como todos los miércoles hay show. Quizás tocan The Max y sus imitaciones de John Fogerty. Pero en eso, comienza a sonar un tema de The Doors y una luz redonda ilumina a Jim Morrison que sale de atrás de un biombo y comienza a cantar, en vivo. Morrison, mi cactus, me dice que es un farsante, pero no, es el verdadero Jim Morrison. Las chicas deliran y Jim Morrison les canta al oído, con el micrófono en la boca de ellas. Morrison (el verdadero) parece algo borracho o drogado, porque se bambolea mientras canta People are strange. Y camina entre las mesas. Pienso en anotar la anécdota pero no tengo papel (aunque sí una lapicera en el bolsillo derecho de mi campera verde) y una de esas personas que están conmigo en la mesa me presta una hoja de su cuaderno de apuntes de la facultad. Escribo en el blanco que me queda: "estoy sentado en una de las mesas del bar Cinema". Pienso en que nadie me va a poder creer que un miércoles cualquiera, Jim Morrison se puso a cantar en este bar de mierda, al que nunca hubiera venido si no era porque un grupo de gente que no sé quiénes son me invitaron a tomar algo. Y de repente Morrison se detiene y les canta a las personas que están en la mesa justo delante de la nuestra. Son cinco hombres y dos mujeres. La gente de la mesa brinda, y parecen estudiantes de arquitectura porque brindan por la arquitectura y los proyectos que estarán por venir. Morrison les canta y ellos le piden, por favor, que no los moleste, que están brindando y ni siquiera lo miran. Jim Morrison deja de cantar, tira el micrófono y con la cabeza gacha se aleja, un poco mareado entre las mesas. Lo veo bajar por una escalera, su hombro derecho contra la pared para sostenerse. Comienza a llorar.
Me desperté angustiado.

27 agosto 2007

Hongos

Llego a casa a las seis y media. Abro las ventanas, enciendo la calefacción (no lo digas, lo sé) y me acomodo en mi sillón a leer un rato. Morrison dice que si no cierro las ventanas, vuelve a suicidarse. No le hago caso. A la que sí le hice caso fue a C., la esposa de ZZTT, un amigo, que la semana pasada me dijo que en Disco, con Banco Francés, los lunes hay un quince por ciento de descuento. Hoy fui al supermercado, como todos los días (pero hoy era lunes así que fui contento), a comprar 0.50 centavos de pan, una cebolla, dos papas (grandes) y dos presas de muslo-pata (lamenté no tener el teléfono donde se consiguen pollos especiales, de granja, pero ya estaba ahí, así que tenía que conformarme con comer estos pollos alimentados con pichicata). Pienso en Burroughs. No sé por qué, pero creo que los pollos bailando, alimentados a base de siliconas, deberían haber sido el elenco de una escena de El Almuerzo Desnudo.
Busco Aerial, de Kate Bush, y me dispongo a cocinar: la tabla de madera, el cuchillo, las cacerolas. Primero pelo las papas y las pongo en agua para que hiervan. Después, lloro como un desgraciado con la cebolla, lloro todo lo que no lloré con la película de Darío Argento que vi la noche anterior, porque tendría que haber llorado, no por triste (¿Darío Argento?) sino por mala. Pero la pasé bien igual, no por Argento sino por Ella Fitzgerald.
Ahora vuelvo a la cebolla: lloro. Mal.
Las papas terminan de hervir, las meto en una sartén y al horno. Las baño un poco con sal y limón. Nunca puedo hacer que las papas al horno terminen doradas, todas por igual, y no sé si el problema es mío o del horno. Algún anónimo dirá: mío, desde luego, pero lo reto a ver quién hace el mejor pollo siliconado con papas al horno sin dorar. No importa.
Después de condimentar el pollo (salsa inglesa, salsa de soja, limón y sal), empiezo a saltar las cebollas (¿saltar? ¿saltear?). Pienso en una recomendación de mi madre (la chica que de joven, al manejar un auto, doblaba en las esquinas en dos ruedas o bailaba arriba de un caballo en su casa de fin de semana): siempre agregale un poco de salsa de tomate. Y eso hago. Busco un tupper de la heladera donde recuerdo haber guardado un poco de salsa que había sobrado de unos fideos de hace... tres, cuatro ¿meses? Abro el tupper y no hay olor, pero sí burbujas verdes. Otra vez pienso en Burroughs. Me descompongo. Intento tirar la salsa de tomate con hongos (y te aseguro, Morrison, que esto no tiene nada de sofisticado) pero no cae al tacho de basura. Busco un cuchillo y raspo. Pienso en las experiencias místicas de William James, en los misterios de Eleusis, en el espíritu ebrio de Nietzsche. Todavía el tacho está en un rincón de la cocina, tapado, pero puedo oír el murmullo de los hongos, puedo sentir cómo Morrison quiere dejarse llevar, quiere que lo encierre en el tacho, quiere escuchar a The Velvet Underground en una noche de música porno, y marihuana, y delirio. Le digo que vuelva, pero Morrison no me hace caso.
Las papas no se doraron, y el pollo siliconado está lejos del que pude probar en casa de Ella Fitzgerald.

Recuerdos, Prats

24 agosto 2007

No sé

Una escena de Alex de la Iglesia sería que una vieja abra la puerta de su departamento y vea a un grupo de gente ensayando una obra de teatro. Y más, si esa misma vieja, en camisón y alpargatas, sale de su departamento con dos velas encendidas y dice que así intenta espantar "malos espíritus". No sé.

16 agosto 2007

Beckett


No llore, señorita, séquese sus hermosos ojos y sonríame.
Mañana, quien sabe, seremos libres



ph. John Minihan

Grandes palabras

Me acuerdo de un desayuno que tuve en Buenos Aires con Joaquín Sabina, hace ya unos meses, en el que hablábamos de su arte y él interrumpió para decir: "mi oficio". Así lo explicaba: "Es que la palabra arte o la palabra poesía se escriben tan con mayúsculas, están tan contaminadas de una especie de beata devoción en la gente, que a mí me da mucho pudor, me da mucha vergüenza. Yo creo que soy un artesano, en el mejor sentido de la palabra. Un artesano que hace una hermosa silla, un artesano que hace una silla bien hecha, poniendo el alma en ella. Y ese es el modo como yo creo que se debe hacer una canción. Y no pongo de ejemplo a la silla de casualidad, porque una canción debe ser un sitio donde uno tiene que sentarse a descansar, o a dormir, o a soñar con lo que sea. Le temo mucho a las grandes palabras: artista, poeta. Componer es un oficio, hay mucha gente que puede escribir o cantar mejor que uno, pero que tiene otro trabajo y no tiene tiempo para dedicarse. Yo creo que soy una especie de medium. Los que cantamos o componemos tenemos la suerte de dedicarle tiempo a este trabajo, a contar lo que esa gente no puede contar".
(para + recomiendo el libro Sabina en carne viva, una extensa entrevista que Javier Menéndez Flores le hizo a Joaquín en cinco largas noches de whisky.

13 agosto 2007

Blue Velvet

Mark Kurlansky, en el libro 1968 (en español lo editó Destino), escribe sobre el año que conmocionó al mundo. Dice: "Fue el año del sexo, drogas y rock n' roll; de los asesinatos de Martin Luther King y de Kennedy; de la Primavera de Praga, del Mayo francés; de la ofensiva del Tet en la Guerra de Vietnam; de la matanza de estudiantes en Ciudad de México y de la contestación estudiantil en las universidades de la España franquista".
Pienso también en 1967 y en algunos discos: Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, de The Beatles y The piper at the gates of dawn, primer disco de Pink Floyd y obra absoluta del poeta Syd Barret. Dos discos referentes del flower power, la psicodelia y el movimiento hippie. Ambos, en 1967. Pero hay otro disco capital que se graba el mismo año y que se enfrenta, justamente, al ser hippie. Es el primer disco de The Velvet Underground, la banda formada por Lou Reed y John Cale. Conocido como el disco de la "banana", The Velvet Underground & Nico estaba producido por Andy Warhol, quien no sabía nada de música y dejó a los artistas que hicieran lo que ellos quisieran y después, al escuchar el resultado, dijo: "Está perfecto". Y también tenía como artista invitada a Nico, una modelo (de la cual Lou Reed se enamoró y para quien compuso "Femme Fatale") que deseaba dejar de ser ícono sexual y convertirse en cantante.
En una conversación sobre las reacciones hostiles que tuvo ese disco , Lou Redd decía: "No tuvimos ningún tipo de éxito. Cero. Yo quedé sorprendido: pensaba que la gente se interesaría en esas canciones, pero, en lugar de eso, fuimos duramente criticados. Quedé decepcionado. Incluso hoy lo siento así. Las personas no entendían que el formato de una canción puede contener cosas que aborden otras temáticas y que sean presentadas de manera adulta, cosas que intenten implicarlo a uno mentalmente. Hasta hace poco todavía me preguntaban si no era inmoral escribir una canción como Heroin. Ridículo".
Por su parte, Cale cuenta la reacción: "Reaccionamos con cierto orgullo. Un orgullo derivado de la convicción de que nosotros teníamos razón y que el resto se había equivocado. Si introducir nuevas ideas implicaba corromper a la juventud, entonces preferíamos ser culpables".

12 agosto 2007

Una noche con Bubba The Love

Un maestro que enseña arte en una escuela secundaria y usa una silla de ruedas decidió presentar su renuncia luego de revelarse que tuvo una cita con una estrella del cine porno, tras ganar un concurso de radio. El comité escolar aprobó el martes aceptar la renuncia de Jaison Biagini. El profesor viajó el mes pasado a St. Petersburg, Florida,después de ganar la cita en un concurso del programa Bubba the Love Sponge, que se transmite en el sistema de radio por satélite Sirius. El programa tiene un estilo controversial y vulgar, pero cuenta con altos niveles de audiencia. En abril de 2006, el conductor principal del programa afeitó los órganos genitales de un hombre yles roció una sustancia para limpiar carburadores. Biagini, que enseñó arte durante 14 años en la escuela secundaria de Monessen, aseguró que decidió ingresar al concurso porque deseaba ganar un viaje gratis a St. Petersburg, donde hay un museo dedicado a Salvador Dalí. Sobre la cita, dijo que todo fue "falsificación y una puesta en escena''. Biagini fue entrevistado en el programa de radio después de regresar a casa. El profesor le dijo en una entrevista al diarioValley Independent en Monessen que fue ridiculizado por su invalidez.
(AP)

10 agosto 2007

¿Qué es una fiesta?


Sergio Ainsestein decía: "Va a estar Willy Manicomio pasando música, y también Zuker. Van a estar los viejos y los nuevos. Y enanos, claro. Va a haber muchos enanos, muchísimos enanos. Sobredosis de enanos."

Mañana vuelve Nave Jungla.


09 agosto 2007

Dicen que

Dicen que la primera vez que Elvis Presley llegó a los estudios Sun, le explicó a la secretaria de Sam Phillips que quería grabarle un tema a su madre. Así. La secretaria quedó sorprendida, pero le había encantado ese pedido. Y cuando le preguntó a Elvis como quien cantaba, él respondió: "Como nadie".
Ayer, mientras desayunaba con Florencia Braga Menéndez, hablábamos de Sam Phillips, de su capacidad para descubrir artistas. En un momento, Florencia me dice: "Hay que autorizarse como un sujeto histórico, hay que pensarse como una potencialidad histórica. Hay que pensar que yo puedo ser un genio, que yo puedo ser un científico que modifique absolutamente el escenario de la historia de la bioquímica. Así fue como hizo Pasteur para poder encontrar las vacunas contra la rabia. Ser artista es autorizarse. Ser autor es autorizarse. El autor y la autoría tienen que ver con la autorización interna que uno se permite para ser autor, para ser el demiurgo de lo que crea."

06 agosto 2007

Prats escucha

Wrapped up in books, del disco Dear Catastrophe Waitress

A mediados de los 90, Stuart Murdoch recorría los cafés de Glasgow intentando convencer a otros jóvenes para formar una banda que tocara sus canciones. En enero de 1996, por fin pudo materializar su sueño durante un curso de industria musical creando un grupo junto con otros alumnos. Parte de dicho curso consistía en grabar un disco en el sello independiente Electric Honey, fue así como grabaron el primer álbum de Belle & Sebastian, titulado Tigermilk y del que solamente se editaron mil copias en vinilo. Hasta 1999, fecha en la que Jeepster lo reeditaría, fue un auténtico objeto de deseo para los seguidores del grupo.
El coordinador del curso, que trabajaba en el sello independiente Jeepster Records, les consiguió un contrato con dicha compañía, editando el álbum If You're Feeling Sinister el mismo año, al cual le siguieron una secuencia de sencillos a lo largo de 1997. Esta etapa sería considerada por muchos como la mejor en su carrera.
En sus letras se apreciaba una gran carga literaria, con especial influencia del escritor J. D. Salinger, y en ellas contaba historias agridulces sobre frustraciones juveniles, casi siempre narradas en tercera persona. La estética elegida para sus portadas y sus vídeo clips también contenía guiños a los años 60, principalmente al espíritu y la estética de la Nouvelle Vague.

(para +)



Dress up in you, del disco The Life Pursuit

02 agosto 2007

Jesse James

Hace unos días, Oyola me hablaba de un "boliche alucinante", el Jesse James.
"Le decimos el Jesse. Ya tiene treinta años: mi viejo iba ahí, yo iba ahí, calculo que Ramón, mi hijo, va a ir ahí. Está en Casanova, y es la reproducción de todo un pueblo del Oeste. Hay una estación de tren con un cartel que dice Casanova City y un molino a lo Familia Ingalls. Se divide así: en el granero se baila sólo cumbia, en el Saloon sólo rock and roll y en la comisaría sólo los lentos americanos para jugarla de Patrick Swayze. Y encima tiene un sector que se comunica con el telo. Todo el plan completo. Yo fui a bailar por primera vez en el 87 y ya tenía detector de metales. Te voy avisando, por las dudas. Ir de visitante para allá es difícil. Yo no voy hace rato, y tampoco iría."