23 febrero 2012

Nadar

Empecé a nadar. Y como hice con este texto empecé a nadar varias veces, y varias veces lo hice sin sentido. Dije que había empezado a nadar entre árboles, bolsas de basura y el capot de un auto; entre los hombres y mujeres que trataban de soportar el frío bajo el toldo de un almacén. Había autos que no podían moverse. Había perros que intentaban escapar. Grité que era un naufragio pero tragué agua y desistí de seguir gritando porque nadie podía escucharme. Decidí que no volvería a hablar, no volvería a confesarle a nadie lo que estaba sucediendo. No servía de nada. De chico quise nadar entre las piletas del pueblo donde nació mi viejo pero en esa época no había agua. En el triángulo de las bermudas de frías no había quedado agua para llenar la pelopincho. Y ahora tampoco. Me dicen que mis tías, las hermanas de mi viejo, no salen de sus habitaciones, no apagan el aire acondicionado, ni siquiera intentan conseguir un turno en la peluquería. No sirve de nada hacerlas entrar en razón, explicarles que la peluquería es el único lugar donde estarán a salvo. Ahora ya es tarde. El mundo se inunda. Ya lo dijo Maiakovski: la barca del amor se estrelló contra la vida cotidiana.

22 febrero 2012

I Don't Blame You

Soñé que se hundía un barco. Que no era un barco sino otra cosa. Soñé que se hundía y que todos en cubierta escuchábamos la versión de I Don't Blame You que hace Cat Power y veíamos en la superficie pedazos de hielo que flotaban o no flotaban nada sino que estaban en medio del océano y había bruma y había silencio y el coro de tres chicas que aparecían en el fondo, en el horizonte o frente a mí y nadie decía nada, sólo escuchábamos que las chicas cantaban esa canción y el barco o lo que fuera se hundía y no había nada más que hacer. Soñé también que hacía frío.

20 febrero 2012

Werewolf

Me puse a imaginar cómo podría filmarse un naufragio. Y se me ocurrió que podría ser en cámara lenta, con el tema Werewolf en la versión de Cat Power. Y ver las caras de los náufragos todas mojadas. Y ver las olas del océano sobre el piso de proa. Y ver las ropas todas empapadas de la gente que no piensa en otra cosa más que en escapar, pero no tiene forma, y algunos se tiran al agua y otros bailan de acá para allá mientras el barco se hunde y los violines de Werewolf suenan de fondo y terminar con la cámara subjetiva de alguno de esos desesperados que salta y cae al agua y se hunde y queda en penumbras porque, se me ocurre ahora, todos los naufragios suceden de noche.