02 febrero 2007

Ellas

Hace unos años tuve un cactus que, como ustedes saben, se llamaba Morrison y se suicidó tirándose de la ventana de mi habitación. A veces regresa de la muerte, recita poesía y me habla al oído. Hace una semana, un amigo (Fernando) tomaba unas cervezas en mi balcón y me dijo: "acá falta algo". Una planta de marihuana, dije. Y dijo que era cierto, que podría tener una pero ambos resolvimos que todo el trámite de hacer secar las hojas era bastante molesto. Y siguió: "pero falta algo", dijo y al tercer vaso de cerveza concluyó: "faltan algunas plantas". Le dije que era cierto, pero acababa de comprarme el microondas y el dvd, que para mi trabajo (ambas cosas) eran fundamentales. A los tres días nos juntamos a cenar en su casa y antes de irme me preguntó: "¿estás en auto?" No, dije. Entonces Facundo te puede ayudar. Y me dijo que lo acompañara. Lo seguí por la cocina hasta el lavadero. Ahí estaban. Eran dos. Verdes. Simpáticas. Una, casi un yuyo. La otra tenía unas hojas suaves y brillantes. Una, la parecida al yuyo, no sé qué tipo de planta es. La otra es una Rosa China. Me las llevé a las dos. A mi amigo no supe cómo agradecerle y le di un abrazo. Pensé en algún nombre que las describa, que les de una identidad. El de la Rosa China era casi obvio: Mao. La otra di muchas vueltas, pero al fin decidí llamarla como un "snowbardo" con el que hablé una temporada en San Martín de los Andes. El nombre: Yuyo. La ubiqué en el balcón. Al día siguiente me desperté apurado, ni siquiera me lavé y ya estaba listo para el primer riego. Luego de todo un día de sol (esto lo aprendí de mi tía Chicha: a las plantas hay que regarlas cuando cae el sol, porque si lo hacés a la hora de la siesta, podés quemarlas) las regué con el mismo vaso Quilmes hasta el tope de agua bien fría. Ese día lo llamé por teléfono a mi amigo y le dejé un mensaje en el contestador porque no me atendía. Le dije: "Boludo, me diste una razón para vivir. No dejo de hablarles, ponerles música. Son mis nenas".
Ahora dejo de escribir en este locutorio frío, las chicas tienen sed.

5 comentarios:

Julia dijo...

ayyyyyyyyyy!!!
viste lo q son!!
yo también me recontra enternezco, me encantan! las miro, les hablo, cada uno tiene una forma particular de regarse, me gusta verlas crecer...
pero hace unas semanas estuvo una tía de visita en mi casa, decidió q estaban muy grandes y les recortó las hojas. una bestia. cada vez q me acuerdo me dan ganas de llorar porq, q tuvieran tantas hojas era porq yo las había regado. así q mi tía hizo q metiera mi amor por ellas en el bolsillo e hizo y deshizo. no quisiera verla nunca más.
en fin.
te mando un beso grande!!!!

Anónimo dijo...

Prats: ha cometido un grave error. La rosa china, y esto es evidente para cualquiera, debía llamarse Oh dae-su.
Pobre flor!

ERLAN dijo...

Quizás sea cierto, pero si usted no descubre la fecha de nacimiento de Prats, algo en todo esto no funciona. Y encima Yuyo se me ofendió porque ella no es él sino ella, así que de ahora en más será: Yuya.

Old Girl dijo...

Ja! Yuya con y es genial. Apruebo!
Lo de su fecha, mire, estuve googleando y entiendo que algo pasa con un sujeto llamado Bill Halley no es así? Pero no encuentro la fecha exacta. Si su pregunta es cómo la gran Oh debe recurrir al google teniendo superpoderes, ya le dije que hay una parte de mi sistema dañado. Le cambio la misión: si ud. me dice su fecha de cumpleaños, prometo regalarle algo que no olvidará... ... ...
Oh!

Pol Capillas dijo...

Y yo soñando con ustedes (ver blog) y ustedes que ni me recuerdan...