05 noviembre 2008

Teatro Proletario de Cámara

El libro está sobre una mesa del Centro Cultural de España en Buenos Aires (la sede para aristócratas de Paraná y Santa Fe -yo vivía a una cuadra pero lo aristócrata en mí sólo surgía cuando iba a desayunar a Josephine's, el café de un suizo ubicado en Parera y Guido). Nadie lo toca. Parece una Biblia. La palabra revelada. Llego y les pregunto a los que lo venden si puedo agarrarlo. Me dicen que sí. La tapa es de cuerina, el borde de las páginas, bordó. Abro el libro y lo primero que aparece es una página de revista porno barata, a tres por cincuenta en Corrientes, de los años ochenta. Es la edición facsímilar del Teatro Proletario de Cámara, la última obra de Osvaldo Lamborghini. Cuando Sudamericana editó en su momento las obras completas del autor de El fiord desechó esta, en la que había trabajado desde los ochenta. Muy complicada de editar, además de arriesgado. Páginas de revistas porno, manuscritos casi ilegibles, fragmentos de poemas, poemas, una foto de Perón junto a Isabel donde, en marcador negro, se lee: "Isabel, la caótica". Puro Lamborghini. Sólo trescientos ejemplares numerados a 120 euros cada uno. Me fijo en la billtera y sólo tengo cincuenta pesos cash. Consulto si aceptan tarjeta y me dicen que no, pero lo puedo llamar al editor español (el nombre de pila es Anxo) a su celular y pedirle que me venda uno. Hago cuentas. Pago el alquiler o compro un libro-objeto ilegible. En la calle, hablando con Tirri, lo saludo a Aira que está fumando. No sé si preguntarle si debo o no comprarlo. Por eso le digo que el precio está imposible. Aira no me mira pero se ríe. Le digo que Anxo debería llevar encima una maquinita para pasar la tarjeta de crédito así, al menos, lo podemos comprar en cuotas. Se ríe, no me mira. Noto que Aira nunca mira a los ojos. O mira para arriba o para abajo. Se ríe. Es un tipo agradable pero no quiero abrumarlo. Le preguntaría tantas cosas que no se me ocurre ninguna así que hablamos de Obama (en un momento dice que le dejó de interesar esta elección), hablamos del clima (¿lloverá?), un conocido le comenta que la hija de Rafael Squirru está por sacar un libro sobre el padre. Le interesa. Aira tiene una remera gris con dibujos rosas. Yo era una chica moderna. Tiene un libro en la mano, un libraco importante pero no puedo ver el título. Para la presentación de esta edición preparó un texto pero dice que no va a leerlo, cada vez que termina algún texto sobre Osvaldo, a los diez minutos vuelve a leerlo y lo corrige, lo deshace y vuelve a intentar una nueva explicación de su literatura. Siempre, dice, encuentra cosas nuevas.

No hay comentarios.: