23 agosto 2008

Pachanga

Todo estaba innovado cuando aparecimos. No fue difícil, entonces, averiguar que nuestra misión era no retroceder por el camino hollado, jamás evitar un reto, que nuestra actividad, como la de las hormigas, llegara a minar cada uno de los cimientos de esta sociedad, hasta los cimientos que recién excavan los que hablan de construir una sociedad nueva sobre las ruinas que nosotros dejamos.

(¡Que viva la música!, Andrés Caicedo. Se presenta el miércoles 27 de agosto en la Librería Fedro.)

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