19 agosto 2008

Destino

Me acabo de encontrar con mi destino en una plaza de Constitución. Caminaba, los ojos en el suelo, pensativo, como siempre, y me encontré un naipe boca abajo. Sucio, viejo, roto en una de las puntas. Estaba ahí perdido. Alrededor no había otros naipes. No era parte de un mazo que se le cayó a alguien o que voló de algún departamento o de alguna habitación de un hotel de pasajeros. Estaba solo. Me dije que si lo daba vuelta y la carta era un cuatro de copas, por ejemplo, mi vida de ahí en más sería una mierda. Me parecía un buen desafío. Como Maverick en el barco, una carta podía cambiarme la vida. Me jugaba todo. Entonces me arrodillé y la di vuelta. Mi destino es un as de oro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

culo sucio!!

Anónimo dijo...

Me gusta Prats! Nos alegra los mediodias laborales! Saludos! (cual mensaje de alguien que no tiene nada que hacer y llama a la radio...no?)

ERLAN dijo...

Gracias, Gracias. Les agradezco.

Anónimo dijo...

Prats!
qué bueno volver a leerlo y encontrar esto. Hace dos noches, luego de que pasara el camión de basura, vi un jocker / comodín en una vereda de Caballito. Me sentí muy afortunada y casi lo levanto pero me acordé que en una peli (que no puedo recordar) alguien se pasaba toda la peli juntando cartas que andaban sueltas por la calle. Y no la levanté. Ahora, al leerlo, me arrepiento. ¿se puede despreciar de esa manera un comodín?

Un abrazo enorme!!!

ERLAN dijo...

Penélope Glamour, ¿cómo anda?
Yo no levanté la carta para que otra persona también pueda tener suerte y así otra y otra y de esta manera cambiar el mundo. Usted hizo lo mismo. Me alegra.