13 abril 2007

Mails

Estoy borrando mails y encuentro algunos de gente que no veo hace años. Es muy raro empezar a rememorar esos momentos, esas invitaciones a salir, esos textos que hablan de algún verano en Brasil, de alguna chica rubia y cordobesa que me pregunta si me olvidé de ella o que me cuenta de sus días llevando a sus hijos al jardín de infantes. También volví a leer los mensajes de mi jefe, los avisos de reuniones cuando todavía no era seguro que me dieran el trabajo en el que estoy ahora. O las fotos de alguna compañera de la facultad, en México, y la veo feliz porque está lejos de todo lo que quería escapar. O las indicaciones al grupo de experimentación que teníamos (¿tenemos?), donde nos intercambiábamos fotografías, textos, ideas para esa obra de teatro que muy poca gente pudo ver. O vuelvo a leer esos mensajes colectivos que guardé, de esa chica a la que le dediqué un relato que me gusta. Me acuerdo de ella y de su historia, que me contó mientras caminábamos por Buenos Aires. Nos gustaba caminar sin rumbo durante tardes enteras. Años después supe que esa era una práctica de Guy Debord y los situacionistas.
A los mails no me gusta borrarlos. Me gusta reelerlos cada dos años o tres o cinco o los que sean.

5 comentarios:

Pol Capillas dijo...

Vos sabes que descubrí que tengo la dirección de mail de una persona que murió, me corrió un cyber escalofrío al pensar en esa casilla solitaria y saturada,
parece chiste pero me impresionó un poco.
Saludos!
Te avisaré x lo de Maupassant (parece que va a quedar bueno)
p
Ah y la fiesta Grimm parece que quedó para el sábado 21, todo "parece"

Pol Capillas dijo...

Ah y también me da impresión quitar el mail de la fallecida de mi libreta de direcciones...

ERLAN dijo...

Sí, debe ser feo borrar la dirección de mail de una persona que murió. El año pasado falleció un primo hermano mío (tenía treinta años) y no sé por qué razón (cosas que la tecnología hace, vaya uno a saber por qué) que cuando un amigo mío me llama al celular desde el teléfono que tiene en Tribunales, aparece el nombre de primo, como si fuera una llamada desde su teléfono. La primera vez que me pasó fue muy extraña.

Nurit dijo...

Yo también guardo varios mails, los guardo en carpetas que se dividen por espacios donde puedo haber conocido a la gente (talleres, letras, colegio, teatro, viajes, amigos, recuerdos, etc...los de amor inevitablemente van a recuerdos), como si al guardar esas frases capturasemos el momento y lo convirtieramos en una experiencia vivida (uso el termino en el sentido que lo usa benjamin en sobre algunos temas en baudelaire) capaz de ser vivida dos veces...

ERLAN dijo...

Nucífora, implementaré la categorización en los mails y de su gente por "territorio". Gracias por la idea.