18 noviembre 2007

Diez

Si uno deja de verse con alguien durante diez años es porque no tiene ganas ni intenciones de verse. Así y todo fui a la cena de egresados del colegio. Abrí la puerta: no reconocí a nadie. Comenzaron a saludarme personas: te leo siempre, decían. Bueno, bueno. De la mayoría no recordaba los nombres. De algunos, ni siquiera había intercambiado palabras en la época del colegio y tampoco las pensaba intercambiar esa noche. Me resultaba extraño estar ahí, sentirme un desconocido entre personas que no tenían nada que ver conmigo antes ni ahora y sin embargo preguntar: y qué hacés de tu vida. En la mayoría de los casos sentí lástima. ¿La gente no cambia, no crece? Estás igual, y quizás eso sea lo que más pena le pueda dar a uno. Dicen que estoy más viejo y me siento contento: siempre quise ser viejo, poder mirar a las personas a los ojos con tranquilidad. ¿Qué puede decir el adolescente mediocre antes, ahora y, mal que le pese, siempre? Estuve dos horas, no aguanté más. Y me fui: "Lejos de aquí, no importa adónde. Reclutas de la buena voluntad, nuestra filosofía será feroz; demasiado ignorantes para la ciencia, demasiado trajinados para el bienestar. Al carajo el mundo que gira y gira. Esta es la verdadera marcha".

12 comentarios:

Anónimo dijo...

El año pasado me tocó a mí. Duré unahoratreintaydosminutos, te admiro.
Mi camada era peor que la tuya.

Abrazo

Anónimo dijo...

y de qué colegio egresó usted, prats?

Anónimo dijo...

Muy soberbio.

ERLAN dijo...

Egresé del Sagrado

Anónimo dijo...

sagrado qué?

Anónimo dijo...

Prats, vio Ana y los otros?
Muy buen film sobre el tema.

Franky Four Fingers dijo...

Lo acompaño en el sentimiento Prats. En mi caso la secundaria fue el peor momento de mi vida, no me interesa recordarlo, ni saber que fue de los que me rodeaban en esa época.
La cena de egresados es una trampa a la que hay que adelantarse. Uno sabe quienes van a estar, uno sabe si los quieres ver o no, y por supuesto uno sabe que la pregunta será...¿qué es de tu vida?.
Hace poco me crucé con un compañero. Se casó, tenía panza y caminaba con la misma displicencia que cuando estábamos en el Nacional 11, sólo que ahora arrastraba dos críos,una mujer con cara de nada y una panza prominente. Sudaba.
-¿Cómo va?, me dijo.
-Bien todo bien, ¿vos?
-Y acá, igual. ¿Qué cambiado estás, vas al gimnasio?- me comenta mirándome.
-Sip, para hacer algo. Vos no. ¿no?-le digo y miro a su mujer.
-No, la verdad que no.
En fin.

ERLAN dijo...

loop: Vi el filme que usted dice. Me aburrí.
xxy: chiste interno
franky: gracias por la anécdota
anónimo: soberbio, sí, ¿y?

lenguaviperina dijo...

power point!
nos vemos le friday

Anónimo dijo...

Yo también siempre quice llegar a viejo... me voy acercando lentamente.

V dijo...

un anónimo te dice soberbio.. puede ser...a mi me cae bien tu soberbia, no me preguntes porque.
Saludos,
V

سكاي للتنظيف dijo...

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