14 septiembre 2007

Paranoia

Acostado en la cama, escucho que alguien abre la puerta de mi departamento y con esfuerzo arrastra una enorme caja de cartón de mi living hacia el palier. Me incorporo sobresaltado, me destapo y así, descalzo, llego hasta la puerta. Está con llave. Al abrirla, el ascensor está en el décimo piso y escucho pasos apurados que suben por la escalera. Pero no veo a nadie.
Me digo que nunca tuve una enorme caja de cartón en mi casa.
Son las cinco de la mañana, y estoy dormido.