28 noviembre 2006

Yo lo soñé

Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas,
arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo,
hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial con la estrellada dínamo de la maquinaria nocturna,
que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando jazz,
que desnudaron sus cerebros ante el cierlo bajo el El y vieron ángeles mahometanos tambaleándose sobre techos iluminados,
que pasaron por las universidades con radiantes ojos imperturbables alucinando Arkansas y tragedia en la luz de Blake entre los maestros de la guerra,
que fueron expulsados de las academias por locos y por publicar odas obscenas en las ventanas de la calavera,
que se acurrucaron en ropa interior en habitaciones sin afeitar, quemando su dinero en papeleras y escuchando al Terror a través del muro,
que fueron arrestados por sus barbas púbicas regresando por Laredo con un cinturón de marihuana hacia Nueva York,
que comieron fuego en hoteles de pintura o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte, o sometieron sus torsos a un purgatorio noche tras noche, con sueños, con drogas, con pesadillas que despiertan, alcohol y verga y bailes sin fin,

(fragmento: Allen Ginsberg, "Aullido".)

7 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante...

Pol Capillas dijo...

Dejeme su propio sueño en mi nuevo blog prats!

Anónimo dijo...

No lo soñé, ñé.

Hernán Vanoli dijo...

Che prats le escribí tres v eces para invitarlo al encuentro tamarisco y no me contestó. Ahora que vi s comentario sospecho que cambió la dirección. No se copa??
escríbame que necesito su mail. No puedo llamarlo porque hace frío y estoy legos de casa.

Anónimo dijo...

prats, yo también y no puedo llamarlo porque no me dio nunca su tel (por qué a vanoli sí?...me pongo celosa!)
contáctese! ahora!

ERLAN dijo...

Jamás me llegó el mail, Hernán. No se ponga celosa Violeta, también le di mi teléfono a Sabina y no por eso se me enojó Serrat.

Anónimo dijo...

dudoso el gusto de la analogía, prats, permítame.