Imaginate el barrio: a pocas cuadras de Parque Saavedra (unas pocas más y estás en la General Paz, y estás en la provincia), imaginate que en frente tenés una de esas despensas de viejo, en la otra cuadra un local que vende empanadas y, según dicen, son bastante buenas. Imaginate que el ambiente es tranquilo, que el primer piso está recién construido, que tenés visión panorámica hacia una casa abandonada y una terraza enorme, con lugar para una parrilla. Imaginate que la habitación no es tan grande como la actual pero está bien: con una cama y una mesa de luz, ya estás, tenés el placard espacioso (para poner los dos pantalones que tenés y una campera: tu vestuario habitual) y una cocina bien equipada de alacenas. Y tenés bañadera. Chica, pero bañadera al fin. Basta de frío, te decís. Imaginate que alquilás el primer piso de ese ph. Y que un amigo alquila el de planta baja A y otro el de planta baja B. Imaginate los días. Imaginate que por las mañanas el barrio se despierta con Manu Chao. Imaginate que la tuya, es la Casa Babylon.
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5 comentarios:
Pensé que no sería más del barrio, me mudo, feliz, y resulta que será nuevamente vecino? Que desgracia.-
La de arriba es la vecina a la que le molesta la música de Manu Chao a las siete y media de la mañana.
Yo sí me lo imagino, Prats. Caminando por el barrio con su morral y su barbita simpática; poniendo cara de "voy-por-la-vida-y-no-me-importa-nada-pero-en-realidad- -me-importa-todo-y-sobre-todo-las-chicas-del-nuevo-barrio"; sonriéndole al verdulero que le vendió la rúcula. Pero Ud... ¿se lo imagina?
Como si yo le sonriera a todas las chicas. Le sonrío sólo a aquellas que se lo merecen. Y en realidad no soy más que simpático.
Andaba con nostalgia de mi partnerlan entonces decidí mirar por la ventana hacia el nogal e imaginar... y ví a un hombre con camiseta blanca, jeans, barbita, con las manos en la cintura decidiendo dónde poner sus libros, satisfecho con el espacio en que habitará su integridad física y disfrutando de la vista panorámica en la cual sí! si hay por el momento suficiente lugar para los sueños que lleva consigo y los recuerdos y personajes e historias que poblarán sus nuevos libros.
Por qué no imaginar que la casa abandonada es la mía? entonces desde aquí, te enviaré una sonrisa deseandote buen día!
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