30 mayo 2007

Una noche

Una noche, en San Pablo, se lo dije a un economista, presidente del Instituto de Estudios Latinoamericanos: tenemos que cambiar el concepto de héroe. ¿Quién es héroe o deja de serlo? Y al cambiarlo también se modifica el concepto de revolución. Aunque esta palabra esté pasada de moda, todavía creo en ella y en todo lo que implica. Ya sé, me estoy yendo al carajo y no me importa. No entiendo por qué siempre hacemos, en cada comunidad que creamos, las mismas cosas que solemos hacer en la vida diaria. Repetimos errores. Hay experimentos que regalan abrazos en la calle a gente desconocida. Deberíamos hacerlo. Sentir el vértigo de dejar nuestra individualidad de lado. Nada más.
Y no importa que este tema lo hayamos escuchado mil veces.
Siempre hay que escucharlo una vez más.


25 mayo 2007

¿Para qué sirve un blog?

Tengo que trabajar y quiero postear algo. No sé, cualquier cosa. Es 25 de mayo y mientras todos celebran el día de la maldita patria yo, viendo el sol por la ventana, me digo qué lindo sería ser peronista. Pero no. Ni siquiera. Quiero postear algo, cualquier cosa, algo como esto, quizás, pero no tengo tiempo. Aquí no tengo forma de visualizar cómo saldrá el texto, cómo seguir la línea de los posteos anteriores. Así que este texto quizás esté fuera de lugar dentro de la línea editorial/visual de ysimenieganelblog. Para qué sirve un blog, me pregunté hace un rato y ya no me acuerdo cuál era la genial respuesta que había conseguido.
Para tener groupies, quizás dije.
Pero no.
Para hablar mal del teatro, y del cine, y de la literatura y de los dinosaurios del teatro, el cine y la literatura. Y reírme con mi secta, sólo nosotros, y sólo nosotros nos entenderíamos.
No.
Ni siquiera.
Una mierda.
Estoy leyendo algunos blogs que me gustan. Esta chica (http://www.dadanoias.blogspot.com/) está loca, y me encanta. ¿El hipervínculo? Bien gracias, ¿no les dije que no tenía la barra de herramientas?
No voy a recomendar los blogs de mis chicas porque sino esto sería una secta y no lo somos, ¿no es cierto?
Hay que conocer otras cosas, digo siempre y me pierdo por las calles de Constitución.
Si alguien está dentro del ambiente del rock (de todo el rock: barrial, psicodélico, stoner, y de todos cuando digo todos son todos) les recomiendo a Ringo, que es de lo más divertido e incorrecto que leí en mucho tiempo. Vean: http://seestabuscandounapaliza.blogspot.com/
Y esto de las listas lo aprendí de un amigo, Jota, que bien podría ser el Michel Houellebecq argentino: http://viperinalengua.blogspot.com/
No tengo tiempo, dije.
Me voy (en barco)

23 mayo 2007

Groupies II

Me acuerdo la explicación de Oh Dae sobre el Club de Groupies de Prats, pero comentarios como este, la verdad, reconfortan.
Transcribo:
la Dama sol dijo...
¿tenés un club de groupies? ¡fantástico! Nunca fui groupie de nadie. Puedo serlo de tí. Depende igual de muchos factores. El azar, por ejemplo. Aunque bien sabemos que en Argentina todos los dados están cargados (es por el tema de la inclinación del eje terrestre y la distancia al ecuador, por supuesto, sino por qué podría ser). Así que sos una celebridad. Te celebro, so.
Perdóneme AGUSTÍN, vivo en mi electro-nebulosa zen. Cuénteme cómo tengo que hacer para afiliarme a su groupie's group y allí nos encontraremos para que yo le jale, hija deforme del infierno, las medias y los pantalones.
besos de gaviota, picotazos de dama (sol).

Informes e inscripción: agustinprats@gmail.com


19 mayo 2007

En busca de las palabras

Paul Valéry decía que escribimos para buscar nuestras palabras. Creo que uno escribe precisamente encontrando las palabras porque siempre damos sólo una posibilidad de nosotros mismos. Termina un libro y termina una vida mía y ahora empiezo a buscarme otra vez porque no he terminado de encontrarme. Para mí, la literatura tiene que descubrir algo nuevo porque si no escribir sería un latazo, es una forma de seguir nombrando el mundo para conocerlo mejor.
(entrevista al escritor Justo Navarro en Babelia)

15 mayo 2007

¿Querían sangre?


Se exponen cuadros del vocalista del grupo Babyshambles (y ex de The Libertines), Pete Doherty, muchos de ellos hechos con su propia sangre. Pueden verse en una galería del oeste de Londres, donde en junio el músico va a lanzar también un libro. Bloodworks (trabajos de sangre) comprende 14 cuadros e impresiones, entre ellos un autorretrato. Se expone en la pequeña galería Bankrobber, en Notting Hill (oeste), donde el público puede adquirir las obras que Doherty, de 28 años, ha realizado usando lápiz, tinta y su propia sangre.

"Pintar con su sangre expresa la intensidad con que (Doherty) hace todo", dijo el director de la galería londinense, Michael Chambati-Woodhead.

Entre las obras expuestas figura "Blackbird," un collage que muestra una pequeña cuchara, como las usadas por los adictos para calentar la heroína, antes de inyectarla, y dos jeringas, así como varios paisajes, un autorretrato y una crucifixión. En la mayoría de las telas, Pete Doherty ha escrito también algunas palabras, unas frases, un poema.

Por si te pinta comprar alguna. Los precios de las obras oscilan entre 350 y 850 libras para las litografías (512 a 1.244 euros, 700 a 1.700 dólares), y hasta 45.000 libras (66,900 euros, 89,250 dólares) para los lienzos. Algunas de las obras expuestas son ilustraciones para sus diarios, "The Books Of Albion: The Collected Writings Of Peter Doherty", que serán publicados el mes próximo en Londres. Veremos qué pasa.

14 mayo 2007

11 mayo 2007

Escritura peligrosa

Tom Spanbauer define a su literatura como dangerous writing (escritura peligrosa). Y se trata de revelar, más o menos minimalísticamente, con la más confesional de las primeras personas, aquello que más te asuste o te avergüence o te arrepientas de haber hecho o pensado hacer o, simplemente, haber pensado. Así hallar lo que él llama: "el sitio que duele". Para Spanbauer sólo se logra cuando se llega al fondo de todas las cosas, a esos "verdaderos desprendimientos del yo". "La ficción es aquella mentira que suena más verdadera que la realidad", dice Spanbauer. Y lo explica: "Cuando alguien le preguntaba a mi madre cómo conseguía esa corteza tan dorada y perfecta a la hora de hornear sus tartas, ella, como toda respuesta y sin decir ni una palabra, se limitaba a frotar sus dedos contra el pulgar. Así enseño yo. Todo pasa por cierta sensación indescriptible. No es que yo sepa algo que el estudiante ignora. Cada estudiante de literatura es, también, un estudiante de la vida. Yo también soy un estudiante. Los buenos escritores son los que saben reconocer esto último. Mi tarea es generar un ambiente seguro. Es terrorífico sacar algo afuera y leerlo en público. Y tengo que saber oír al corazón roto, la rabia, lo bochornoso y saber actuar acorde, respetando el modo en que cada uno de los estudiantes se relacionan con ello. Y permitirles que se equivoquen. En el error hay un tesoro. Y si se toca la nota incorrecta las suficientes veces, esa disonancia puede convertirse en la voz de los ángeles. Y una vez que ese estudiante está curtido y listo, recién entonces saco mis uñas y juego a ser el abogado del diablo, el policía malo, el tonto irrelevante... Yo aspiro a la excelencia. Y sólo se accede a ella una vez que has perdido el miedo a ser quien eres".
pd. Chuck Palahniuk fue alumno de Spanbauer, que a su vez fue alumno de Gordon Lish, quien fue descubridor y formador de Raymond Carver.

06 mayo 2007

Me piden que escriba

El séptimo día
Luego de las funciones de cada noche, de regreso al hotel, los chicos del grupo Filhos da Mãe… Terra (perteneciente al Movimiento Sin Tierra -MST-) interpretan una canción popular que dice: “Pé de cana é caneta/ Pé de bucha é buchecha/ No forró da Tiririca/ Pimenta, pipoca, pitanga e pita”. Uno a uno, cada pasajero de la camioneta debe cantar la última parte (una especie de trabalenguas) sin equivocarse. Si lo logra, se lo aplaude y se canta que aprendió la rima. Si no puede, estallan las carcajadas. Yo no pude.
En estos siete días, cada uno de los participantes a la II Muestra latinoamericana de teatro de grupo tuvo la oportunidad de conocer a diferentes personas, contextos y experiencias; analizar diversas formas de trabajo y reflexionar sobre una interesante variedad de estéticas. Pudo cuestionar la realidad en la que estamos inmersos, comprender los procesos de trabajo y discutir sobre economía, política o compromiso social en los pasillos del Centro Cultural San Pablo, mientras la espuma de la cerveza llega hasta el borde del copo. Fueron días de convivencia.
También fuimos testigos de la claridad de los conceptos de Raquel Carrió y Flora Lauten, dramaturga y directora, respectivamente, del Teatro Buendía de Cuba. Entendimos la importancia de la construcción del espacio físico de la compañía; que la cultura no sólo está inscripta en los libros sino también en los cuerpos, el alma y la memoria; que para no envejecer artísticamente debe trabajarse sobre la dificultad y el riesgo; que la libertad se conquista a través del rigor y el compromiso con que uno se enfrenta con su trabajo; que el teatro se hace por una necesidad interna de comunicación, una conexión esencial con gente que tiene nuestra misma soledad.
Escuchamos asombrados la contundencia de las ideas de Reinaldo Maia. Aceptamos nuestra ignorancia con respecto al teatro latinoamericano y comprendimos que no sólo en la Argentina existe ese molesto snobismo ante todo lo que provenga de Europa o Estados Unidos. Es cierto: para crecer sólo podemos partir de una autocrítica feroz. El dramaturgo mexicano Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (LEGOM) decía: “No hay mejor denuncia que el hecho de representar al hombre y sus contradicciones, y ponerlo en el aquí y ahora de la escena”. De eso se trata.
“El actor es un activista político”, se escuchaba en la demostración de trabajo de la Tribo de Atuadores Ói Nóis Aqui Traveiz. Y tanto los integrantes del Teatro Gayumba de República Dominicana como los del Teatro Sanitario de Operaciones de Argentina permanecían atentos. Tres estéticas: el teatro callejero bañado de compromiso social del grupo brasileño (y la enseñanza de que ellos actúan como si fuera la última vez que pueden comunicar algo a los demás), el despojo por opción de los dominicanos y el exceso visual de los argentinos. Todos se enriquecían.Quizás más que un simple encuentro de teatro, este acontecimiento haya sido un laboratorio de sociabilidad, una usina de conciencia dispuesta a lograr una verdadera integración, un diálogo real entre los países y sus artistas. Pero (y esto es lo más importante) también fue un diálogo entre personas. Recuerdo la primera noche, luego de la función de la pieza “Posseiros e fazendeiros” de los chicos del MST, cuando una persona del público preguntó si el grupo pensaba trabajar sobre la cuestión técnica de la actuación y la puesta en escena. Los chicos dejaron bien en claro su posición: “Este trabajo no tiene una lógica de espectáculo sino que cumple un función política.” Fue un diálogo respetuoso y a la vez una toma de posición.
(Publicado en el Journal Latino-Americano, perteneciente a la II Mostra Latinoamericana de Teatro de Grupo de San Pablo, Brasil)