28 mayo 2009

Reserva

Lo primero que dijo mi hermano cuando se enteró en qué zona había reservado un departamento para alquilar fue:
-Ah, pero sos un cheto.
Quizás tenga razón. Nunca dejé de serlo. Quise aparentar un hippiesmo 2.0 pero en realidad soy, como se dice, un nariz parada, me gusta reunirme en la puerta del Starbucks los sábados a la tarde y charlar con las señoras sobre peinados de peluquería, la sonrisa de Francisco de Narvaez y el punto justo para que te salgan los capuccinos frappé. Y después recorrer el chopping a las tres de la tarde, cargado de bolsas, hablando por celular, armando la salida de la noche directo a Belushi.

27 mayo 2009

Stress

Anoche cené con amigos porque necesitaba descargarme. Les regalé libros. Anoche profundicé en la vida de un amigo que se radicó unos años en San Pablo: lo mantiene la novia y tiene departamento, auto, una tarjeta de crédito para cargarle nafta al auto, otra tarjeta de crédito para las compras del mes, por las tardes tiene profesora particular de portugués y juega al tenis los sábados; después agarra el auto y se va a la Isla Bela a una aventura en jeep. Anoche, cuando nos despedíamos, le dije a mi amigo que me alegraba verlo bien, me alegraba que se le hubieran cumplido los sueños. Y por los proyectos.
Anoche no pude dormir. Todavía no tengo nada.

26 mayo 2009

Opciones

Hay algunas opciones pero no puedo decidirme. O tampoco hay tantas. Algunas están en Belgrano (nunca pensé que podría vivir en Belgrano: la avenida Cabildo tiene poca onda), mi viejo quiere pasarme el contacto de una inmobiliaria en la calle Quintana y le digo que me ofrecerán algunos departamentos por Libertador, por Posadas, todos entre 1500 y 1900, ponele, pero siempre en dólares. No quiero convertirme en un viejo que desayune en La Biela. De vez en cuando está bien, no siempre.

Prats escucha

21 mayo 2009

Problemas

Queda poco tiempo, me piden 1500 y acepto. Piden 1700 + deck + piscina + solarium + fitness center en una zona tilinga como la que está atrás de la embajada de estados unidos y acepto. Ya estoy aceptando cualquier cosa, o será que el espíritu de arteBA me invade y me creo un joven coleccionista, no sé. Anoche mientras me duchaba pensaba que la vida es una mesa de ruleta y hay que jugar como se debe jugar a la ruleta: soltar una fortuna en cada bola, cerrar los ojos y esperar a que el croupier cante rojo el siete.

15 mayo 2009

Prats escucha



Prats dice: ¿Y qué vas a hacer el martes en Manifiesto?
Fogwill dice: Hablaré de alcohol y musica pop.

13 mayo 2009

Formulario

Estoy pensando quién podrá acompañarme al show de Cat Power. Aunque esto ya se parezca el blog de mi amiga Carolina tengo apenas mes y medio para encontrar la persona indicada que se gane un asiento frente al escenario de Chan Marshall. Habría que llenar el formulario que se envía por e-mail a quienes así lo deseen. En la pregunta: si está casada, soltera o divorciada, faltaría la posibilidad: "en una relación", así que incluyan abajo, junto a la firma, si esa es su situación sentimental. A la seleccionada se le pedirá, al menos, que conozca un tema de la niña. Porque después seguramente iremos a tomar algo con ella y de algo habrá que hablar. Agradezco en este acto, también, la amabilidad de la discográfica de enviarme el disco Moon Pix, de 1998, que acaba de reeditarse en la Argentina con un bonus track. Ayer pensaba que podría acompañarme la mujer policía que cuida la parrilla de la esquina. Llegué a la medianoche, cuando ya estaban cerrando, a pedir que me vendieran unos bollos de pan porque en casa no tenía nada. Me los regalaron y cuando salí feliz, la mujer me miró y dijo pobrecito, a esta hora terminaste de trabajar. Y es así, le dije, levanté los hombros y ella me miró como diciendo ¿querés que te prepare algo? pero me da un poco de impresión la autoridad así que no arriesgué decirle nada. A ver si todavía se termina el buen diálogo que se produce cuando cruzo la calle y ella está apoyada en la pared:
-Qué tal -digo.
-Buenas noches -dice ella, impostando la voz.
¿Podría comenzar algo con una mujer policía? ¿Qué diría mi facebook? "En una relación con la sargento Alvarez".

10 mayo 2009

Tres pisos

Anoche estuve en una casa en San Cristobal. Tenía tres pisos, parecía un hostel pero era la casa de una chica y le pregunté a una inglesa que andaba dando vueltas y quería ser mi groupie, si ese lugar lleno de extranjeros era una especie de hostel y me dijo que no, que era la casa de una chica que alquilaba cuartos a extranjeros. Tres pisos. Una terraza enorme. Una habitación en la terraza. Onda. El dj mezclaba buenos temas, alguno del remolón, pinchaba algún clásico de Charly García con bases electrónicas. Había una cacerola con fideos y salsa bolognesa para quien quisiera servirse. Una chica me señaló, hizo el gesto de que agarrara un plato y me sirviera. Dije te agradezco, la base de mi alimentación son los fideos así que fuera del horario de comidas prefiero ni probarlos. Había enredaderas, llamadores de ángeles; había cuadros enormes en las paredes. Me dijeron que la dueña era artista plástica, que esa fiesta era de artes visuales. Armé una ronda y le dije a la inglesa que esto era lo más parecido a una fiesta de casamiento. Empezó a reírse. No sé si me había entendido. Quizás pensaba que podía ser mi groupie. En ese momento lo vi a Paul Giamatti bailando como si tuviese un aro en la cintura. Estaba en mi ronda y empecé a aplaudir, empecé a gritar, "mueva, mueva, mueva", o esas onomatopeyas que uno suele gritar en los casamientos y la inglesa me seguía, otras chicas que acababan de comer los fideos y no se podían mover (así me dijeron) también empezaron a aplaudir y festejaban el baile de Giamatti. Me agradecieron que le pusiera onda a la fiesta. En eso lo veo al Conejo que estaba harto de la fiesta porque había llegado a las once y le comenté que el mundo inmobiliario debería ser comunista: es injusto que algunas personas tengan tres pisos para sí mismas y los cuadros y los extranjeros mientras que otros andamos de acá para allá, con los libros a cuestas y las valijas llenas de casetes con grabaciones viejas. Le dije que me conformaba con estar dos años en la habitación de la terraza, aunque en invierno pueda morirme de pulmonía, aunque tuviera que subir cada noche esa escalerita suicida que conduce hasta la cocina y las habitaciones. Paul Giamatti seguía con su baile y su cintura. La luna estaba justo encima nuestro: una medalla de plata perfecta. Le dije al Conejo que si nacías bajo el signo de la luna en el universo, ibas a ser escritor. El Conejo no entendía nada de arquetipos, ni conjunciones cósmicas. Le dije que no importaba, y me contó que en su casa se había cortado la luz toda la tarde, y por eso llenó la bañadera de agua y a falta de tapón puso una bolsa de supermercado. Le dí unas palmaditas en la espalda.

07 mayo 2009

Chan



Cat Power (o mi amiga Chan Marshall, como quieran) viene a la Argentina en julio. Al final aceptó acompañarme en el festejo de mi cumpleaños. Seguramente vamos a hacer alguna macana, así que empiecen a hacer fila.

06 mayo 2009

Viajes

Ya cuando empezás a consumir todo lo que está a punto de vencer te das cuenta de que no te queda mucho. No sé si en esta vida, en este barrio, en este mundo. Pasaré quizás a un nuevo nivel de la existencia. Mientras Prats escribe, los Don Vicente moñitos están en la cacerola, un puré de tomate a días de vencerse (15 de mayo, deadline) y la radio al taco, un especial de Kabul en el que recorren todas las canciones del rock que tienen relación con la moda. Esos cruces están muy bien. Te cuentan historias, escuchás buena música. Si se me ocurre alquilar una casa por La Paternal con terraza les voy a decir para que se vengan a las sesiones Nadar, una tarde de domingo en la que Prats pase música, sirva tragos y prepare su especialidad: que son los moñitos Don Vicente con salsa de tomate a punto de echarse a perder. Se los juro, chicas. Anoche estuve en un museo de la zona de Barrio Parque. El mismo museo donde no sé hace cuanto mataron a uno de los directores y me encontré con una niña que acaba de sacar un libro. Me contó que el fin de semana estuvo en una casa en Carlos Keen, participó de un retiro espiritual de Camino Rojo, una especie de comunidad que organiza viajes de Mezcal y San Pedro, un grupo de gente, todos medio desnudos en un iglú que hierve. Toda una noche. Toda gente que casi no conocés. Me dijo que el guía era bueno, que te sabía llevar por los caminos de la percepción. Ciento veinte pesos la noche. Menos de lo que cuesta un libro de Acantilado.

05 mayo 2009

Diario de una vida portátil

Tampoco tan portátil. Otra vez tengo que mudarme, otra vez tengo que buscar un lugar donde caer muerto, despertarme a las siete de la mañana, saltar con alguno de los discos de Arcade Fire, tomar café doble sin azúcar, mirar por la ventana mientras llueve. Otra vez estoy en el camino. Pero no tengo idea adonde voy. ¡Cierren sus cuentas de Facebook!