Lo que transcribo es un mail que nos envío uno de los mejores jóvenes periodistas colombianos, un tipo que tiene una claridad y una humanidad notable, a un grupo de periodistas latinoamericanos que convivieron durante una semana en Aracataca. Ahora él está en Madrid, en una beca para periodistas.
Lo transcribo porque es poesía.
Lo transcribo porque es poesía.
"Deben buscarse amigos como se buscan libros. Acertar en la búsqueda no reside en que sean muchos o extraordinarios, sino en que sean pocos, buenos y bien conocidos". La frase es de Mateo Alemán, un novelista español que estuvo preso en la misma cárcel donde Cervantes escribió Don Quijote. Dos meses después de iniciada la beca que curso en Madrid, con veinte periodistas de iberoamérica, sepan que los recuerdo como las páginas de uno de esos libros que se guardan para siempre en la mesa de noche. Un semana, esa semana en Aracataca, bastó llevarlos dentro. Entre mis compañeros transitorios he buscado infructuosamente la pasión que se desbordaba de sus ojos allá, donde todo era posible. He tratado de arañarla en medio de conversaciones que gravitan entre la abulia y el conformismo, pero no hay caso: pesco en mar seco. En las noches que me permite esta ciudad insomne, he seguido con cuidado sus mensajes y ha sido inevitable añorar esas tardes de calor primitivo. Ha sido un orgullo conocerlos chicos. Les mando besos, abrazos, cariño sin fechas de caducidad. Un día, lo sé, entre letras o caminos sin terminar, nos volveremos a ver.
4 comentarios:
Hola Diego, cómo va? Mirá qué loco: recién, después de escuchar aterciopelados y otro grupo del pacífico, con amigos en la fresca noche de bogotá, donde me quedo y me quedo, voy al aeropuerto pero que no, otro día más, otra rumba, la última, y seguimos de despedida y entonces le pido a un amigo que me deje avisar a mi familia que estoy, que sigo acá, que me cuesta irme, y la patalla muestra tu blog en su computadora, no sé cómo llegó, pero sí que leo lo que quiero decirle a él, y a mis amigos colombianos, y leo y les leo, cuatro horas antes de que el avión salga.
beso fuerte para vos y otro para los chicos! Caro
querida, esas son las cosas que pasan cuando uno está vivo. un beso
Barranquilla, 22 de diciembre, medio día, taxi, libros, compras, la dulzura de José y el aroma de Juan Valdéz recuerdas?. Mismo día, tarde en la pileta, Kike, tú y yo, desmenuzando cada segundo en cientos de palabras, pensamientos, anécdotas, planes y risas que en El Prado retumbaron por todos los rincones. ¡Cómo los quiero a los dos! cómo los quiero y recuerdo a todos!!
Claudia
Una gran tarde esa en la pileta.
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